Parecía que ya se había retirado el pobre hombre, si no él su amiguete de correrías editoriales, que ya no daba más de sí al sufrir vejación tras vejación intelectual y revolcones de todos los colores. Comprobamos que aún le quedaba algo de veneno.
Eso sí, se ve que el hombre no quiere dar ya mucho la cara, y publicó esto en un foro del Betis, en un momento en el que como todos ellos pensaba que iban a pasar la eliminatoria europea.
Ahí está, soberbio, altanero, fanfarrón, dolido por muchas cosas del pasado, y por supuesto mostrando “su educación”.
Cómo no, llegada la hora ahí están los que presumen de ser humildes, frente a una prepotencia que siempre criticaron a su rival.
Solo decir que tras ese post no volvió a escribir más hasta la fecha, que sepamos. Debió darle la puntilla la victoria sevillista en su campo con el gran héroe de la noche, Nono, haciendo de las suyas. Ahí acabó la poca salud que le quedaba tras el sufrimiento infligido estos años atrás por parte de este blog.
No nos hizo falta contestarle, él solo certificó el encefalograma plano intelectual, y él solito se pegó la hostia monumental que lo dejó KO.
No le salía escribir otra cosa: ¡A mammmmarla! No podía salirle otra cosa que la que le salió pocos días después. Un boomerang que le golpeó duramente.
Y es que hemos llegado a ese punto en el que no hace falta contestarles para ponerles en su sitio.
Todo clase y señorío él, escondido tras un nick con ese 0-2 que le hizo perder la cabeza tras ganarle parcialmente al grande de Andalucía, vendiendo la piel del oso antes de cazarlo.
Ídolo y mesías de los historiadores del equipo de la carretera de Cádiz, que se quejan amargamente por las formas en las que nos dirigimos a ellos; masters en dobles raseros monumentales, no se dan cuenta que hasta para insultar hay que tener clase, que no estilo.
Señor Andrés Aranda, criatura, mientras el “Cristiano Ronaldo” (no podía ser otro) de la historia del fútbol sevillano continúa celebrando su periplo de consecución de followers en Twitter, además de saborear un campeonato europeo, un cuarto puesto actual en la Liga de las estrellas; una final más, clasificado directamente para la fase de grupos de la Europe League, y con un equipo que promete a años luz del que usted sigue, vaya recordando tras el shock que aún le dura, que su equipo se arrastra una vez más por Segunda División, y con un futuro bastante negro si no logran subir esta temporada.
¿Se puede ser más triste?
